La emoción estuvo en Pilará

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Las argentinas enfrentaorn a las Williams en un marco de fiesta

Dos días de felicidad para el tenis femenino argentino se vivieron este fin de semana en las canchas de polvo de ladrillo de Pilará. Cinco mujeres que dieron lo mejor de sí mismas representando a su país, ante miles de espectadores que las alentaron constantemente.

Paula Ormaechea, María Irigoyen, Nadia Podoroska, Tatiana Bua y la capitana María José Gaidano fueron las protagonistas de una serie de Fed Cup que quedará en la historia del deporte nacional. Por la presencia de la número uno del mundo Serena Williams y su hermana Venus, por el público sin precedentes para la copa mundial del tenis femenino en Buenos Aires y, también, por la emoción que gobernó ambas jornadas.

Emoción en las jugadoras argentinas y emoción en la gente por el coraje que ellas transmitieron. Cuando no era errado pensar que la espectacular e imponente presencia de las Williams podía apoderarse del evento, el tenis y el corazón de nuestras compatriotas cambiaron el signo de la serie enriqueciéndola y transformándola, verdaderamente, en un suceso memorable.

Es por esto que la victoria 4-1 del conjunto estadounidense no logra opacar los otros triunfos que hubo en Pilará: el del tenis femenino argentino, en primer plano, capturando la mirada de un público inusual y de los medios masivos de comunicación, pero también, más profundamente, el de la importancia de considerar el temperamento, el espíritu y la lucha aún por sobre los favoritismos y las posiciones en el ránking.

Prensa AAT

Nadia y Tatiana jugaron por primera vez la Fed Cup en Argentina.

Objetivamente, Argentina perdió la serie y ese es el resultado concreto. Pero creo que una visión menos literal tiene que contemplar otros factores: ahora mismo, por ejemplo, son muchos los que destacan fascinados la labor colosal de María ante Serena y Venus, o el éxito contundente de Paula ante una jugadora top 35 del mundo. Otros, también, disfrutaron los rostros animados de Nadia y Tatiana jugando por vez inicial una Fed Cup ante su público o la calidez de Majo al apoyar a sus jugadoras. Escenas que van más allá de la adherencia a los números y que contemplan el alma que pusieron las argentinas en cada punto de la competencia. 

"Espero que las chicas puedan estar tranquilas y demostrar las buenas jugadoras que son", había expresado Gaidano antes de los partidos. Su deseo, horas después, se cumplió en demasía. Las argentinas, con Paula y Mery al frente, no sólo mostraron el buen tenis que pueden desplegar, sino que también exhibieron la garra, el temple y la pasión que maravillaron al multitudinario púbico presente en Pilará y a aquellos miles que siguieron los partidos por televisión o streaming.

"¿Cómo siguen ahora?", consultaba intrigado el remisero mientras volvía del estadio. Habían estado cerca las legendarias Williams, pero algo lo llevaba a interrogarse más por el devenir de las argentinas que por la presencia o desempeño de los dos íconos mundiales. Ese algo, pienso, puede encontrarse en el valor y la emoción que nos regaló, este fin de semana inolvidable, nuestro equipo argentino de Fed Cup.

Tenistas Argentinas

Saca Paula, observa Majo. De fondo, un Pilará colmado para ver la serie.

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